miércoles, septiembre 29, 2010

LÉEME DESPACITO

Recuerdo todos y cada uno de tus besos. Incluso los más débiles, los más tontos, o los robados a traición. Y se perfectamente donde se hallan ubicados, como calcomanías invisibles a lo largo y a lo ancho de la geografía de mi piel.

Son anticancerígenos, antiespasmódicos, antisépticos, antiinflamatorios, antidepresivos y antimuchascosasfeasymalasquenoquieroninombrar.

Sobre todo los que rodean la zona del ecuador, el vientre, la cintura...Pero también los del polo norte merecen mención especial.

De hecho, no necesito más medicina que tu saliva con la mía, batiéndose en duelo y a punto de nieve. Lamer, succionar, escupir, sorber, mamar, morder… ¡soplar! ¡FOLLAR!

Disculpa que me emocione. Es que nadie me había besado antes. No así, …quiero decir, no aquí, ni aquí, no tan adentro, no tan bien, no tan fuerte, no tan cierto, no tan lento, no tan suave…ni tan violento.

Nunca.